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Influencia de la calidad del agua en la efectividad de los productos fitosanitarios

pH del Agua

Por: Jorge Zambrano-Gutiérrez , Juan Luis Guzmán-López, Pablo A. Pérez Vera

Introducción

A muchos colegas agrónomos nos ha tocado atender preocupaciones sobre el funcionamiento de un producto fitosanitario para el control de malezas, plagas o enfermedades. Al tratar de encontrar el origen de esta situación comenzamos a buscar diferentes explicaciones: el producto estaba caducado, las horas de aplicación no fueron las correctas, el equipo de aplicación estaba descalibrado, posiblemente el organismo a controlar ya generó resistencia, etc., etc. Como todos sabemos, el agua es el solvente universal y medio esencial de transporte para realizar aplicaciones de productos fitosanitarios, es decir es el principal vehículo que transporta los principios activos al blanco. Generalmente, las fuentes de abastecimiento de agua para realizar las aspersiones de tratamientos fitosanitarios son presas, arroyos, canales y pozos subterráneos. Según la CONAGUA (2025), el 17.2 % del agua subterránea presenta algún alcalinidad y altos contenidos de carbonatos de calcio (CaCO3), en el caso de las aguas superficiales más del 60.0 % presenta problemas de calidad.  Considerando esto, habría que preguntarnos: ¿Qué debo considerar para conocer la calidad de mis fuentes de agua?, ¿Qué son las aguas alcalinas?, ¿Cómo puedo resolver este problema? En éste artículo, discutiremos todas estas interrogantes, con información que te ayudará a mejorar la eficiencia de tus aspersiones para el control de plagas y enfermedades.

Factores que determinan la calidad del agua

Existen diferentes parámetros de importancia para poder definir la calidad del agua que es utilizada como vehículo para la aplicación de un producto fitosanitario. Entre estos podemos mencionar dureza, solidos totales disueltos (TDS) y pH.

Dureza del agua

La dureza del agua es una medida de la concentración de compuestos minerales que existe en una determinada cantidad de agua; específicamente, sales de magnesio y calcio (Hernandez y Salazar, 2019). Las unidades en las cuales se expresa este parámetro son ppm de CaCO3 (partes por millón de carbonato de calcio). En general, se considera que una fuente de agua es dura cuando el contenido de CaCO3 es superior a 150 ppm (Cuadro 1). Para determinar la concentración de CaCO3 se pueden utilizar medidores TDS electrónicos o a través de tiras reactivas.

Cuadro 1. Clasificación de la dureza del agua con base en la concentración de carbonatos de calcio (CaCO3).
Dureza (ppm de CaCO3) Tipo de agua
0 a 75 ppm Blanda
75 a 150 ppm Moderadamente dura
150 a 300 ppm Dura
Mayor a 300 ppm Muy dura

 

Cuando las fuentes de agua presentan una elevada cantidad de sales, la efectividad de los productos fitosanitarios puede verse disminuida por las siguientes razones: a) compuestos de carbonatos de calcio y magnesio pueden reaccionar con los componentes de la formulación y formar sales insolubles, las cuales reducen la concentración del principio activo, b) los iones de sales contenidos en el agua pueden actuar como antagonistas de diferentes formulaciones de plaguicidas, c) las altas concentraciones de CaCO3 afectan el tiempo de absorción del ingrediente activo a través del tejido vegetal y d) al aumentar el tiempo de absorción, el ingrediente activo queda expuesto a la radiación solar, reduciendo la efectividad de la solución aplicada.

Solidos totales disueltos (TDS)

Los TDS representan la concentración de todas las sustancias disueltas, como sales, minerales y materia orgánica disueltas en una muestra de agua (Chavarría et al., 2024). De acuerdo con la NOM-127-SSA1-1994, en México, el límite permisible de TDS en el agua potable es de 1000 partes por millón (ppm). En cuerpos de agua con alto contenido de materia orgánica el agua toma colores pardos y aspecto turbio producto de la descomposición de la materia orgánica, y la presencia de arcillas, limos y minerales. En general, cuando se observe que el agua se encuentra muy sucia, con muchas partículas en suspensión, no se recomienda su uso. Los altos contenidos de materia orgánica y las cargas eléctricas que estas partículas generan pueden inactivar a los componentes de la formulación y reducir la efectividad de las soluciones asperjadas para el manejo de un problema fitosanitario.

pH del agua

El pH es una medida del grado de acidez o alcalinidad de un medio líquido, ya que cuantifica la concentración de iones de hidrogeno (H+) o iones de hidroxilo (OH) presentes en una solución. Las mediciones de pH se expresan en una escala que va de 0 a 14, donde 7 se considera un valor neutro (Figura 1). Es importante mencionar que una misma fuente de agua, puede tener variaciones, por lo cual, cada vez que se vayan a realizar aspersiones de productos fitosanitarios es importante conocer los niveles de alcalinidad del agua que se va a utilizar para realizar la mezcla. Para poder determinar los valores de pH presentes en una fuente de agua se pueden utilizar tiras reactivas de pH o con la ayuda de un dispositivo digital medidor de pH.

Figura 1. Escala de pH: valores inferiores a 7.0 nos indican fuentes de agua con pH acido, valores superiores a 7.0 se refieren a fuentes de agua con pH alcalino, 7.0 nos indica una fuente de agua con pH neutro.

Cuando las fuentes de agua cuentan con un pH alcalino (mayor a 8.0) los productos fitosanitarios pueden sufrir una degradación por hidrolisis alcalina y reducir su vida media, por lo cual es importante realizar la aplicación después de la preparación del caldo de aspersión. Así mismo, la degradación del principio activo también se presenta cuando las fuentes de agua cuentan con un pH menor a 5.0. Este fenómeno puede ocurrir desde el momento en que se mezcla el producto fitosanitario con el agua en el tanque de aspersión. Durante el proceso de hidrolisis los grupos hidroxilo (OH) presentes en el agua, reaccionan con los principios activos, ocasionando una descomposición química de los componentes de la formulación. La mayoría de los productos que se utilizan para control fitosanitario se aplican en un rango de pH que es de 4.0 a 6.0. Sin embargo, es importante que las empresas formuladoras de productos fitosanitarios indiquen el nivel adecuado de pH con el que se recomienda aplicar cada solución que integra su portafolio de productos, para de esta forma obtener la mayor eficiencia posible.

¿Cómo acidificar el agua?

Para ajustar el pH del agua en fuentes con condiciones alcalinas, se deben utilizar productos comerciales destinados para tal fin, para lo cual se deben atender las recomendaciones y dosis sugeridas por el fabricante. En VIDRA estamos comprometidos en ayudar a eficientizar las aplicaciones de productos fitosanitarios, por lo cual, se han desarrollado soluciones para mejorar la calidad del agua que se utiliza como vehículo para realizar las aspersiones. Dentro de las soluciones desarrolladas se encuentra ADHEL® el cual es un coadyuvante agrícola diseñado para regular el pH del agua y reducir la descomposición química que pueden sufrir los plaguicidas. Entre los beneficios de ADHEL® podemos mencionar los siguientes:

  • Ayuda a mejorar las condiciones del agua usada para las aspersiones de plaguicidas.
  • Evita la descomposición química de los plaguicidas por hidrólisis, foto descomposición y reacción con iones libres.
  • Aumenta la estabilidad de las mezclas de tanque.
  • Asegura la eficiencia de las soluciones aplicadas.

Consideraciones finales

La calidad del agua es un factor importante que influye directamente en la eficiencia de aplicaciones en campo, factores como la dureza, los sólidos disueltos totales y el pH del agua pueden reducir las concentraciones del principio activo e inactivar a los componentes de las formulaciones químicas. Para acondicionar el agua y regular el pH, se deben utilizar coadyuvantes destinados para tal fin, siguiendo las dosis y recomendaciones del fabricante, este proceso debe realizarse antes de verter los plaguicidas al tanque de mezclado. Despues de la preparación del caldo de aspersión, la aplicación del mismo debe realizarse inmediatamente para evitar la degradación de los activos.

Bibliografía

CONAGUA. 2025. Comisión Nacional del Agua. Calidad del agua en México. Consultado en línea el 06 de Abril 2025. https://www.gob.mx/conagua/articulos/calidad-del-agua

Chavarría, M. E. Y., Huamani, A. L. L., Cusiche, H. M. L., Huamán, W. S., Angeles, S. J. M. y Basurto, C. C. M. 2024. Sólidos totales disueltos en agua superficial para consumo humano en San Juan de Pillo, Perú. Alfa Revista de Investigación en Ciencias Agronómicas y Veterinaria 8: 870 – 881. https://doi.org/10.33996/revistaalfa.v8i24.310

Hernández, F. G. J. y Salazar P. L. C. 2019. Influencia de la dureza del agua en ríos y pozos en la efectividad de plaguicidas, provincia de los Santos, Panamá. Revista Investigaciones Agropecuarias 1: 28–42. http://portal.amelica.org/ameli/journal/222/2223191003/

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